REO - Chapter # 09

CHAPTER # 09 – Defensor.

Nuestro reflejo nos delata, somos lo que cosechamos. Somos lo que cosechamos para bien o para mal. Sin embargo, el engranaje del mundo aturde sin medida y nos vuelca a una realidad bizarra que al final solo distorsiona muestro propio reflejo.

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- Portero, tienes visita – avisó uno de los guardias acercándose a Endou – 

- Hoy no es día de visitas – repuso algo serio – 

- No me vengas con eso ahora – replicó el guardia – mejor saca tu trasero de la celda y ven enseguida – ordenó toscamente – 

El castaño suspiró derrotado y siguió al hombre hasta un cuarto cerrado, le ordenaron que entrara. Quedando a solas con un hombre al que veía por primera vez en su vida pero que le sonreía cordialmente…

- ¿Quién es usted? – increpó bruscamente el portero – 

- No dejes que la cárcel te abrace – dijo el joven hombre aun sonriendo – tú eres el que está adentro, debes manejarlo – 

- Eso no responde mi pregunta -  replicó el castaño algo molesto y cruzando los brazos – 

- Lo sé y no te sulfures – dijo el otro mientras se le acercaba un poco – el señor Raimon debió haberte dicho algo – 

- Si, algo sobre visitarme – respondió mientras se sentaba algo inquieto con la cercanía del extraño –  pero no me dijo mucho - 

- Sí, es cierto, era sobre una visita, pero una que no puedes rechazar así te escondas – repuso el hombre sentándose también -   las cosas cambiaron y tú y yo debemos conocernos ahora, antes de la audiencia – 

- ¡¿Qué?! – se sorprendió Endou - ¿acaso ya hay una fecha? – 

- Por supuesto – respondió – por cierto, mi nombre es Yoshikawa Itarou, el encargado de tu defensa – 

- ¿Y desde cuando tengo abogado? – indagó incrédulo – 

- Mes y medio casi – dijo algo serio ante la actitud de su defendido – y bueno, el medio judicial de la ciudad comenzó a conocerme hace unas dos semanas – explicaba – pero aún mantenemos reserva con algunas cosas, así que sé discreto – pidió al final – 

- Pero…. Mi suegro, Natsumi… no me dijeron nada sobre esto -  decía muy confuso mientras tocaba sus sienes – 

- Hemos estado ocupados contigo, Endou – dijo algo sonriente – el papeleo de tu caso está muy disperso, así que dejamos las presentaciones para más adelante – comentó  - 

- Entonces eres el defensor de un asesino – dijo el castaño con una mirada derrotada – sé lo que piensan de mi allá afuera -  añadió mientras apretaba los puños – ¿Por qué aceptó mi caso bajo esas circunstancias? - 

- ¿Y eso es lo mismo que tú piensas de ti mismo? – 

- Yo… -  titubeó – 

- En cuanto a lo de cómo acepté, pues verás es una larga historia que más adelante traeremos – dijo jocoso – 

- Para un abogado es una excusa algo vaga – 

- Cuando me veas en acción, dirás lo contrario – repuso – 

- Se tiene mucha confianza – dijo Endou algo aburrido – no quiero ser pesimista pero es muy posible que su trabajo termine en esa audiencia – 

- ¿Bromeas? – rió mientras se levantaba – precisamente en esa  audiencia demostraré la cantidad de inconsistencias de tu captura y no podrán dar un fallo – 

- No es posible… - 

- Lo será, mientras colabora un poco y deja de tratarme de usted – replicó  - no soy tan viejo, me vuelvo a presentar; soy Yoshikawa Itarou y seré tu abogado defensor en todo lo que dure esto – dijo extendiendo la mano – 

- Endou Mamoru – dijo el otro correspondiendo el saludo  – aunque creo que ya lo sabias – 

- Algo, pero es bueno que tú mismo lo digas – dijo mientras sacaba unas carpetas - ¿estaría bien que revisemos esto ahora? – 

- Por mí, está bien – dijo tranquilamente – no es que tenga algo que perder – 

- Nunca he estado en tu situación – dijo el abogado al ver la expresión de Endou – pero a pesar de lo terrible, no pierdas el alma en la cárcel – 

- No es como si me sintiera vivo ahora – dijo agachando la mirada – después de Gouenji, es posible que el próximo sea yo – 

- Endou - dijo el abogado - ¿qué recuerdas de ese día? ¿estaban discutiendo? – 

- No sabría decirlo, llevo meses rompiéndome la cabeza, tratando de juntar las piezas, pero no he podido aclarar mi mente –decía algo frustrado – no recuerdo nada y los días luego de eso tampoco los tengo claros – 

- Oye, espera – interrumpió el joven abogado - ¿días posteriores a la muerte de Gouenji? – 

- Si, ¿es malo? – 

- No tanto que sea malo – dijo pensativo – es extraño, pero sigue – pidió – 

El castaño asintió y reanudó su historia que con detallas difusos y muchas lagunas mentales dejaban algo intrigado a su defensor, el cual tomaba apuntes de horas, fechas y personas presentes el día de lo sucedido.

La charla tuvo una duración de casi dos horas, en donde defensor y detenido acordaron y compararon versiones y posibles anomalías entre pruebas y versiones….

- ¿Es necesario que los llames? – preguntaba Endou – 

- Estuvieron ese día y si no lo hacemos nosotros – decía Yoshikawa – serán el fiscal o la familia de Gouenji, y te adelanto que hay una lista de tus amigos y conocidos que serán llamados a testificar – 

- Cielos, eso quiere decir que Gouenji padre cumplió con su amenaza – 

- Entonces fue cierto que vino a verte – 

- Sí, me insultó y me dijo que saldría de aquí en un ataúd – 

- Arreglaré eso – dijo serio el defensor – ya tienes suficiente con estar aquí dentro para que ahora tengas que soportar improperios de los de afuera  - 

- Puedes proceder como creas conveniente – dijo Endou tomando un respiro – 

- Bueno, gracias por confiar en mí  - sonrió Yoshikawa – 

El portero apenas curvó los labios un poco ante el comentario de su interlocutor, pero no levantó la vista a verlo…

La visita terminaba poco después de ese cruce de palabras.

Endou es llevado de regreso al corredor de celdas, allí Amane lo esperaba algo expectante;

- Tienes buen semblante, o eso parece – decía el joven hombre – no era para insultarte que te llamaron, ¿cierto? – 

- No – dijo entrando a la celda y sentándose en la cama – 

- ¿Era alguien de tu familia? – preguntaba curioso – 

- No – 

- ¿Puedes usar algo más que monosílabos? – indagó impaciente – 

El portero sonrió ligeramente y se incorporó antes de hablar…

- Es serio, así que sé discreto – comenzó a decir mientras su compañero asentía firmemente – la persona que me necesitaba era mi abogado, aunque acabo de conocerlo – 

- Tienes suerte, amigo – dijo Amane – 

- No sabía que mi esposa y mi suegro hubieran conseguido uno  - dijo – me sorprendió mucho – 

- ¿Y qué te dijo? – 

- Quería hablar conmigo antes de la audiencia que será la próxima semana -  soltó ante la sorpresa de su interlocutor – lo de la audiencia no es secreto, pero si lo del abogado, entiendes ¿no? – 

- Descuida, por mí, no lo sabrá nadie – prometió el joven – créeme, me alegraría mucho que salieras antes que yo – 

- ¿Acaso cuánto tiempo te queda aquí? – preguntó curioso el castaño – 

- Unos 10 meses – dijo sonriendo – sabes, en este tiempo que llevas aquí, es la primera vez que tienes buenas noticias – recordaba – lo demás ha sido demasiado malo para alguien como tú – 

[Flash Back / 9 meses atrás]

El día que Endou llegó a aquella prisión fue recibido con cierta hostilidad de parte algunos internos…

Al estar en la celda, notó que había dos literas; las dos de arriba estaban desordenadas y las dos de abajo, una a medio arreglar y la otra si estaba organizada… con sus cosas en la mano miraba tristemente con un nudo en la garganta que ahogaba la poca energía que le quedaba a su voz.

- ¡Llegaron visitas! – gritaba un hombre algo mayor al entrar - ¡Te conozco! ¡Eres el portero! – 

Esos gritos hicieron venir a más internos que comenzaron a abuchear al recién llegado, empujándolo, tirando sus cosas y haciéndolo salir de la celda sonámbulamente… 

Un fuerte golpe lo dejó sin aire, cayó arrodillado al suelo en medio de insultos y burlas, era golpeado con agresivos balones que le hacían doler no solo el cuerpo sino el corazón y los recuerdos que conservaba…

- ¡Se acabó la fiesta! – se escuchó gritar a alguien - ¡los quiero fuera de mi celda y sus alrededores! – ordenó violentamente – 

- Lo que digas, Akira – dijeron todos riendo – suerte con tu nuevo inquilino – añadieron aun burlándose y alejándose – 

- ¿Y tú? – preguntó acercándose a Endou – si puedes levántate y acomoda tus cosas – 

- Vamos Akira, lo acaban de dejar sin aliento  - decía otro mientras se acercaba y ayudaba a levantar al portero – sabes, aquí adentro no hay nada fácil, necesitarás ser algo fuerte – 

Endou y los recién llegados entraron a la celda y entre los dos internos le ayudaron un poco para que se acomodara en la cama disponible….

- Descansa un poco – dijo uno de ellos – y descuida no quedaremos un rato acá – 

- Lo trajeron muy rápido aquí – dijo el otro algo serio – dentro de esto no existen los secretos y ya todos deben saber por qué está aquí – comentaba frotando su cabeza – espero no sea una molestia tenerlo de compañero de celda – se quejaba – 

Su letargo duró más de una hora…al abrir los ojos nuevamente se encontró con nuevos rostros y miradas curiosas…

- Lamento el desorden de hace un rato – dijo Endou mientras se sentaba en la cama – 

- No te preocupes por eso, en este lugar pasan cosas peores aun  - dijo uno – me presento soy Mukaido Akira – 

- Jefe de la celda – rio el otro – 

- Muy gracioso, pero puedes tomarlo de ese modo – replicó Mukaido – 

- Y yo soy Amane Ryu - 

Mukaido era de contextura mediana, alto y trigueño, de ojos y cabello negro. De acuerdo a lo que le contó a Endou estaba detenido por tráfico ilegal, oficio que ejercicio desde su adolescencia. Su personalidad era ruda, seca pero tenía sus ratos de amabilidad. Volvería a la libertad dentro de 4 años.

Para el caso de Amane, era delgado, ligeramente más alto que Endou, ojos claros, piel blanca y cabello algo claro. Se encontraba detenido por robo. De personalidad amable y conversadora, servicial y a la vez fuerte y sagaz. Se dedicó al robo luego de haber perdido sus ahorros y su negocio con la idea de sobrevivir y no morir de hambre. Sin embargo fue capturado y condenado a 5 años de los cuales lleva 4 y dos meses.

- Eres Endou Mamoru ¿no? – decía Mukaido – 

- Si, supongo que lo soy todavía – respondió algo confuso – 

- ¿Cómo terminaste metido en un homicidio? – preguntaba Amane – no sabía que el fútbol fuera así también – 

- No es que el fútbol sea así…. – decía Endou algo triste – aunque digan que miento, no recuerdo haberle disparado a alguien – añadía apretando los puños – algo pasó y solo sé que luego de eso tenía un arma y amigo estaba muerto – 

- Necesitarás un milagro para salir de aquí entonces – decía Mukaido mientras se levantaba y se disponía a salir – Ryu, encárgate de evitarle problemas mientras se acostumbra – 

- Déjamelo a mí – respondió el joven – 

Y así, a pesar de la indiferencia y apatía de Endou, Amane y Mukaido se hicieron sus defensores durante los primeros días de estadía del portero; el diálogo más largo se redujo a simples monosílabos  y movimientos de cabeza, dejaba la comida, no salía mucho de la celda y dejaba que la barba le creciera hasta apoderarse de parte de su rostro ya agotado, que mostraba un aspecto cansado y sin vida….

[Fin del Flash Back]

- ¿Y le contaste sobre la visita del señor Gouenji? – 

- Ya lo sabía y dijo que haría al respecto – contestó el portero – 

- Tal parece que diste o mejor tu familia dio con un buen tipo – decía Amane algo aliviado – ¿cómo lo encontraron? - 

- No lo sé – dijo – tampoco le pregunté, pasamos hablando de mi caso  todo ese rato y dijo que haría su trabajo – comentaba – la verdad no me explicó como acepto defenderme – 

- Ya lo sabrás – dijo su compañero – mientras, vamos un rato al patio – 

- Adelántate – dijo – veré si me dejan hacer una llamada – 

- Está bien – dijo el otro – pero no me dejes esperándote – añadió saliendo – 

- De acuerdo – asintió Endou – 

El portero salió al corredor de las celdas y llamó a un guardia para pedirle usar el teléfono….

- Ya sabes, no más de 5 minutos – replicó el guardia  - 

- Sí, ya sé – respondió el castaño mientras marcaba  - contesta, Natsumi – pedía mirando a todos lados – 

- Diga – escuchó decir al fin – 

- Natsumi, soy yo – dijo Endou – 

- ¡Qué alegría escucharte! – dijo ella con un tono alegre - ¿necesitas que lleve algo? – preguntaba mientras sacaba una pequeña libreta – 

- ¿De dónde conocen a Yoshikawa Itarou? – soltó enseguida el portero – 

- Ah... – susurró ella sonriente -