Epílogo
El tiempo siguió corriendo…
Unas semanas después Haruna se reúne con Yukimura, allí acuerdan esperar un poco mientras ella se traslada por completo a Hokkaido, sin embargo fueron trabajando a distancia detalles como el lugar, los diseños y planos de la planta física….
Así un año después del fallecimiento de Fubuki se abre en Hokkaido la Academia Nacional Soccer`s Soul Japan, nombre pensado por el mismo Fubuki Shirou. La realidad es difícil, así que al comienzo Haruna y Yukimura tuvieron que trabajar duro para comenzar con pie derecho….
Solo estaban Haruna y Yukimura dentro pero con el pasar del tiempo fueron llegando chicos de todas las edades para aprender de las leyendas del soccer nacional en Japón, pues en ocasiones Endou, Kidou, Goenji y muchos del viejo Raimon y también del nuevo Raimon aparecían para dar lecciones especiales a los estudiantes, transformando poco a poco la pequeña academia en un centro deportivo reconocido a nivel nacional e internacional….
Ahí estaba algo más allá de lo que el mismo Fubuki imaginaría; muchas personas lo conocieron, muchos lamentaron y lloraron su muerte y muchas más lo recuerdan a pesar del indolente paso del tiempo…
Miharu fue creciendo, se convirtió en un joven talentoso, un genio del fútbol, todos los días practicaba en casa o en la academia soñaba aún con sorprender a su padre en el cielo y mostrarle que cumpliría su promesa….
- Me sorprendes – decía Kidou –
- ¿Por qué? –
- Lograste realizar todos esos sueños, incluso lo llevaste más lejos –
- Todos me ayudaron, ¿recuerdas? – respondió sonriendo – Shirou estaría feliz de estar aquí –
- Tienes razón –
- El partido comenzará pronto – dijo ella – es el primer partido de Miharu en la preparatoria –
- No puedo creer que ya tenga 16 años –
- Crecen rápido – dijo ella riendo – tus gemelos cumplirán 8 años el próximo mes –
El asintió sonriendo…
El silbato de inicio del partido hacia centrar la atención del público en el campo de juego…
- ¡Ya va a empezar! – exclamó Haruna mientras veía salir la alineación de su hijo –
- Va a ser interesante verlo – pensó Kidou – vamos a ver que tanto has logrado con el ejemplo de tu padre –
La patada inicial, es a cargo del equipo contrario, dando inicio a un juego enérgico de parte y parte, Miharu es parte de los delanteros y va a la cabeza en busca del balón mostrando una mirada decidida, sin titubeos marca a quien lleva el esférico y en un parpadeo lo roba, sin embargo la defensa contraria llega a marcarlo….
- Vaya, supongo que no tengo opción - dijo sonriendo - ¡Ahí va! – lanzó el balón hacia arriba, allí uno de sus compañeros saltó y lo tomó regresando al modo ofensivo - ¿creyeron que no esperaría esto? – decía a sus rivales que le miraban perplejos –
El juego se tornaba intenso; ningún bando cedía y el marcador no se movía del 0 – 0, ya cerca del cierre de la primera parte.
Desde las gradas Haruna animaba a su hijo, feliz, emocionada, recordando de vez en cuando a su esposo….
- Se parece un poco a Shirou – decía a su hermano –
- Un poco – añadió el de gafas – tiene su estilo propio, pero hay momentos en los que sobresale la técnica de Fubuki –
- Será un gran jugador – dijo ella –
Un nuevo silbato daba por terminado el primer tiempo, los jugadores salieron del campo, para reponer energías y fuerzas….
- ¡Lo estás haciendo bien! – decía Haruna llegando con el equipo –
- ¡Haruna! – la llamaba Kidou más atrás –
- Mamá, - dijo Miharu - ¿Cómo llegaste hasta aquí? –
- Ya sabes, soy una persona muy conocida – decía un poco orgullosa –
- Es bueno verla, señora Fubuki – saludaba el entrenador - ¿cómo va todo? –
- De maravilla – respondió ella – han hecho un buen juego –
El entrenador sonrió y la invitó a ella y a Kidou a quedarse con ellos.
La parte final comenzaba, los dos grupos iban decididos a anotar su primer punto en la primera oportunidad que tuvieran. El público se mantenía expectante, la parte técnica estaba completamente enfocada en aquel terreno de juego…el reloj marcaba ya 20 minutos de juego bajo el mismo marcador…Miharu tomaba el balón y nuevamente comenzaba a avanzar;
- He entrenado mucho – se decía – este es mi sueño de jugar, mi sueño de ser como mi padre, aquella promesa… - susurraba - ¡Es momento para que me veas, papá! – exclamó mientras traspasaba la defensa contraria –
Se detuvo frente a la portería, mantuvo el esférico a sus pies, lo rozó haciéndolo girar mientras se suspendía en el aire….
- Ese tiro…. – decía Haruna sorprendida –
- ¿Pasa algo? – preguntó confuso Kidou –
Miharu cerró los ojos concentrado, haciendo aparecer una figura en forma de estrella de nieve tras de sí, en una tonalidad celeste, a la que reunía sus fuerzas y el ambiente se hacía más frío y nevado…
- ¡Vamos, Prisma de nieve! – dijo pateando tan fuertemente que el portero no pudo reaccionar a tiempo –
Fue gol, el primer gol del equipo celebrado por ellos y todos sus seguidores, Miharu miraba al cielo, alzando su brazo mientras era felicitado…a su vez Haruna estaba ahí, inmóvil, sorprendida y con muchos sentimientos….
- ¿Te sientes bien? –
- Esa fue la última jugada que Shirou creo… - decía con los ojos vidriosos – una noche antes del incendio –
- ¡¿Qué?! – se sorprendió Kidou - ¿cómo es posible que Miharu pueda hacerla, estaba grabada? –
- No… solo yo la vi cuando lo hizo, fui la única persona que la vio – decía ella –
En ese momento, Kidou recordó el comentario que había hecho Miharu sobre el cielo de papá, sonrió ligeramente intentando relacionar todo eso con el evento del presente…
- Así que tú también – susurraba Haruna algo conmovida –
Pasada la euforia del primer gol, el juego se reanudó, 12 minutos del final se mantuvo el ritmo ofensivo y defensivo de partes de ambos equipos, sin embargo aquella ventaja que llevaba el equipo de Miharu salió a relucir en el silbatazo final; habían ganado el juego gracias a la nueva técnica del delantero #9; Fubuki Miharu….
Su madre esperó a que llegara a las bancas, allí lo abrazó fuertemente…
- Veo que también hablaste con papá – decía risueña – me alegra que el Prisma de nieve siga vivo –
- Mamá… - decía emocionado Miharu - ¿ya lo conocías? –
- Desde luego, fui la primera en verlo – respondió – la noche que tu padre logró hacerlo por primera vez –
Miharu sonrió y volvió a abrazarla, se sentían inmensamente felices, a su modo cada uno logró mantener la esencia de Fubuki Shirou; padre y esposo….
Kidou veía la escena sintiéndose feliz igualmente, pero sus ojos lograron ver a un personaje peli plata usando un gorro que miraba desde lejos, su curiosidad le llevo a acercarse por impulso a aquella persona quien comenzaba a marcharse del lugar…
- Espere un momento – llamó el castaño mientras lo seguía por el corredor –
- Nos conocemos, ¿cierto? – pregunto el hombre mientras se detenía –
- Creo que sí – dijo Kidou –
- Por supuesto, - añadió mientras volteaba a ver a su interlocutor – no te lo pude decir antes, pero gracias, Kidou-nii – continuo mientras sonreía –
- Tú… - decía atónito el castaño –
- Adiós – dijo mientras seguía su paso dejando ver su forma y quitándose la gorra –
Kidou se quedó mirándolo, hasta perderlo en medio de la distancia y el tránsito de personas…sonrió y regresó con su hermana y su sobrino, para continuar la celebración del equipo…
- Debo admitirlo todavía, eras una gran persona – decía el castaño mirando al cielo, en medio del campo de juego – y sabes, aún no me acostumbro a que no estés –
El campo había quedado vacío y una suave brisa recorría cada rincón…
- Quizás, podamos encontrarnos de nuevo – dijo para despedirse –
………………………………………..
Aunque el tiempo siempre sigue adelante, en aquella celebración; la casa Fubuki conservada intactos los recuerdos de lugares y momentos cuando estaban los tres, incluso en un lugar visible de aquella se encontraba una fotografía a color del padre y esposo, una imagen que acompañaba la cena de esa noche y muchas otras por venir…porque para él siempre había un lugar especial.
A pesar de la ausencia del cuerpo, y el silencio de la voz, aún quedan los sentimientos; siempre intangibles e imborrables de la memoria…
- Recuerda que te amo – decía Haruna mirando al cielo nocturno – Shirou…. -
El tiempo siguió corriendo…
Unas semanas después Haruna se reúne con Yukimura, allí acuerdan esperar un poco mientras ella se traslada por completo a Hokkaido, sin embargo fueron trabajando a distancia detalles como el lugar, los diseños y planos de la planta física….
Así un año después del fallecimiento de Fubuki se abre en Hokkaido la Academia Nacional Soccer`s Soul Japan, nombre pensado por el mismo Fubuki Shirou. La realidad es difícil, así que al comienzo Haruna y Yukimura tuvieron que trabajar duro para comenzar con pie derecho….
Solo estaban Haruna y Yukimura dentro pero con el pasar del tiempo fueron llegando chicos de todas las edades para aprender de las leyendas del soccer nacional en Japón, pues en ocasiones Endou, Kidou, Goenji y muchos del viejo Raimon y también del nuevo Raimon aparecían para dar lecciones especiales a los estudiantes, transformando poco a poco la pequeña academia en un centro deportivo reconocido a nivel nacional e internacional….
Ahí estaba algo más allá de lo que el mismo Fubuki imaginaría; muchas personas lo conocieron, muchos lamentaron y lloraron su muerte y muchas más lo recuerdan a pesar del indolente paso del tiempo…
Miharu fue creciendo, se convirtió en un joven talentoso, un genio del fútbol, todos los días practicaba en casa o en la academia soñaba aún con sorprender a su padre en el cielo y mostrarle que cumpliría su promesa….
- Me sorprendes – decía Kidou –
- ¿Por qué? –
- Lograste realizar todos esos sueños, incluso lo llevaste más lejos –
- Todos me ayudaron, ¿recuerdas? – respondió sonriendo – Shirou estaría feliz de estar aquí –
- Tienes razón –
- El partido comenzará pronto – dijo ella – es el primer partido de Miharu en la preparatoria –
- No puedo creer que ya tenga 16 años –
- Crecen rápido – dijo ella riendo – tus gemelos cumplirán 8 años el próximo mes –
El asintió sonriendo…
El silbato de inicio del partido hacia centrar la atención del público en el campo de juego…
- ¡Ya va a empezar! – exclamó Haruna mientras veía salir la alineación de su hijo –
- Va a ser interesante verlo – pensó Kidou – vamos a ver que tanto has logrado con el ejemplo de tu padre –
La patada inicial, es a cargo del equipo contrario, dando inicio a un juego enérgico de parte y parte, Miharu es parte de los delanteros y va a la cabeza en busca del balón mostrando una mirada decidida, sin titubeos marca a quien lleva el esférico y en un parpadeo lo roba, sin embargo la defensa contraria llega a marcarlo….
- Vaya, supongo que no tengo opción - dijo sonriendo - ¡Ahí va! – lanzó el balón hacia arriba, allí uno de sus compañeros saltó y lo tomó regresando al modo ofensivo - ¿creyeron que no esperaría esto? – decía a sus rivales que le miraban perplejos –
El juego se tornaba intenso; ningún bando cedía y el marcador no se movía del 0 – 0, ya cerca del cierre de la primera parte.
Desde las gradas Haruna animaba a su hijo, feliz, emocionada, recordando de vez en cuando a su esposo….
- Se parece un poco a Shirou – decía a su hermano –
- Un poco – añadió el de gafas – tiene su estilo propio, pero hay momentos en los que sobresale la técnica de Fubuki –
- Será un gran jugador – dijo ella –
Un nuevo silbato daba por terminado el primer tiempo, los jugadores salieron del campo, para reponer energías y fuerzas….
- ¡Lo estás haciendo bien! – decía Haruna llegando con el equipo –
- ¡Haruna! – la llamaba Kidou más atrás –
- Mamá, - dijo Miharu - ¿Cómo llegaste hasta aquí? –
- Ya sabes, soy una persona muy conocida – decía un poco orgullosa –
- Es bueno verla, señora Fubuki – saludaba el entrenador - ¿cómo va todo? –
- De maravilla – respondió ella – han hecho un buen juego –
El entrenador sonrió y la invitó a ella y a Kidou a quedarse con ellos.
La parte final comenzaba, los dos grupos iban decididos a anotar su primer punto en la primera oportunidad que tuvieran. El público se mantenía expectante, la parte técnica estaba completamente enfocada en aquel terreno de juego…el reloj marcaba ya 20 minutos de juego bajo el mismo marcador…Miharu tomaba el balón y nuevamente comenzaba a avanzar;
- He entrenado mucho – se decía – este es mi sueño de jugar, mi sueño de ser como mi padre, aquella promesa… - susurraba - ¡Es momento para que me veas, papá! – exclamó mientras traspasaba la defensa contraria –
Se detuvo frente a la portería, mantuvo el esférico a sus pies, lo rozó haciéndolo girar mientras se suspendía en el aire….
- Ese tiro…. – decía Haruna sorprendida –
- ¿Pasa algo? – preguntó confuso Kidou –
Miharu cerró los ojos concentrado, haciendo aparecer una figura en forma de estrella de nieve tras de sí, en una tonalidad celeste, a la que reunía sus fuerzas y el ambiente se hacía más frío y nevado…
- ¡Vamos, Prisma de nieve! – dijo pateando tan fuertemente que el portero no pudo reaccionar a tiempo –
Fue gol, el primer gol del equipo celebrado por ellos y todos sus seguidores, Miharu miraba al cielo, alzando su brazo mientras era felicitado…a su vez Haruna estaba ahí, inmóvil, sorprendida y con muchos sentimientos….
- ¿Te sientes bien? –
- Esa fue la última jugada que Shirou creo… - decía con los ojos vidriosos – una noche antes del incendio –
- ¡¿Qué?! – se sorprendió Kidou - ¿cómo es posible que Miharu pueda hacerla, estaba grabada? –
- No… solo yo la vi cuando lo hizo, fui la única persona que la vio – decía ella –
En ese momento, Kidou recordó el comentario que había hecho Miharu sobre el cielo de papá, sonrió ligeramente intentando relacionar todo eso con el evento del presente…
- Así que tú también – susurraba Haruna algo conmovida –
Pasada la euforia del primer gol, el juego se reanudó, 12 minutos del final se mantuvo el ritmo ofensivo y defensivo de partes de ambos equipos, sin embargo aquella ventaja que llevaba el equipo de Miharu salió a relucir en el silbatazo final; habían ganado el juego gracias a la nueva técnica del delantero #9; Fubuki Miharu….
Su madre esperó a que llegara a las bancas, allí lo abrazó fuertemente…
- Veo que también hablaste con papá – decía risueña – me alegra que el Prisma de nieve siga vivo –
- Mamá… - decía emocionado Miharu - ¿ya lo conocías? –
- Desde luego, fui la primera en verlo – respondió – la noche que tu padre logró hacerlo por primera vez –
Miharu sonrió y volvió a abrazarla, se sentían inmensamente felices, a su modo cada uno logró mantener la esencia de Fubuki Shirou; padre y esposo….
Kidou veía la escena sintiéndose feliz igualmente, pero sus ojos lograron ver a un personaje peli plata usando un gorro que miraba desde lejos, su curiosidad le llevo a acercarse por impulso a aquella persona quien comenzaba a marcharse del lugar…
- Espere un momento – llamó el castaño mientras lo seguía por el corredor –
- Nos conocemos, ¿cierto? – pregunto el hombre mientras se detenía –
- Creo que sí – dijo Kidou –
- Por supuesto, - añadió mientras volteaba a ver a su interlocutor – no te lo pude decir antes, pero gracias, Kidou-nii – continuo mientras sonreía –
- Tú… - decía atónito el castaño –
- Adiós – dijo mientras seguía su paso dejando ver su forma y quitándose la gorra –
Kidou se quedó mirándolo, hasta perderlo en medio de la distancia y el tránsito de personas…sonrió y regresó con su hermana y su sobrino, para continuar la celebración del equipo…
- Debo admitirlo todavía, eras una gran persona – decía el castaño mirando al cielo, en medio del campo de juego – y sabes, aún no me acostumbro a que no estés –
El campo había quedado vacío y una suave brisa recorría cada rincón…
- Quizás, podamos encontrarnos de nuevo – dijo para despedirse –
………………………………………..
Aunque el tiempo siempre sigue adelante, en aquella celebración; la casa Fubuki conservada intactos los recuerdos de lugares y momentos cuando estaban los tres, incluso en un lugar visible de aquella se encontraba una fotografía a color del padre y esposo, una imagen que acompañaba la cena de esa noche y muchas otras por venir…porque para él siempre había un lugar especial.
A pesar de la ausencia del cuerpo, y el silencio de la voz, aún quedan los sentimientos; siempre intangibles e imborrables de la memoria…
- Recuerda que te amo – decía Haruna mirando al cielo nocturno – Shirou…. -
FIN
:"v me duele algo por dentro y es el corazón. Sufrí con ésta historia, me gusto ver como evolucionó todo para un bien.
ResponderEliminarGracias por tu lectura,
ResponderEliminarFue una historia triste y llena de altibajos, debo reconocer que no fue fácil redactarla pues sobrellevar los duelos es muy fuerte y quería que todo se sintiera real en cuanto a los hechos y sentimientos de los personajes.