CHAPTER # 11
Bajo la nieve de Hokkaido.
Habían transcurrido varias horas desde que Haruna tomó camino...
- No contesta - decía Kidou mientras colgaba el teléfono de la casa - ¿Que estará haciendo? -
- ¿Pasa algo Kidou-kun? - preguntó Natsumi mientras se acercaba con Miharu -
- Haruna no contesta a ningun que le marco - dijo - al principio creí que no quería contestarme, pero ya he insistido demasiado -
- ¿Que crees qué esté haciendo? -
- No lo sé y eso me preocupa - respondió algo nervioso -
- Haruna... -
- Mamá todavía está esperando a papá - dijo el niño -
- Es cierto - dijo Kidou - ¿notaste algo diferente en tu mamá, Miharu? -
- Creo que quiere ir lo a buscar - dijo dudoso -
- ¿Buscar? ¿Pero dónde? - preguntaba Natsumi -
- Puede ser... - decía Kidou mientras su mente comenzaba a atar cabos - debe estar llegando apenas - añadió mientras buscaba sus llaves -
- ¿A dónde irás? -
- Solo hay un lugar donde pueda sentirse cerca de Fubuki - dijo el de gafas mientras la pelirroja meditaba un poco - su ciudad natal; Hokkaido -
- Quieres decir que se fue hasta allá - decía perpleja -
- Estoy seguro - afirmo - siento mucho molestar de nuevo, pero por favor vuelve a cuidar a Miharu - pidió mientras salía del recinto -
- No te preocupes - dijo ella - ve con cuidado -
Salió a toda prisa, sin embargo su hermana le llevaba una ventaja descomunal en tiempo, para cuando el tomaba carretera, Haruna vislumbraba el aviso de "Bienvenido a Hokkaido", su rostro se iluminaba a medida que avanzaba entre aquel camino repleto de nieve.
Evocando así a quien hasta la fecha era y sigue siendo el amor de su vida, viendo como aquel niño tímido, pequeño y coqueto e incluso aprehensivo se convirtió en el hombre que un día prometió amarla y cuidarla.
Recordando las veces que intentaba enseñarle a patinar en el hielo, pero al final siempre elegía ser su espectadora mientras él prácticaba algunas acrobacias... Así comenzó todo, se hicieron buenos amigos y ella comenzó a admirarlo intensamente, se enamoró sin previo aviso y cuando quiso darse cuenta, él correspondió a sus sentimientos...
Estacionó el auto y comenzó a caminar hasta llegar a una pista de hielo, ya vacía por la hora y el clima tan frío que comenzaba a reinar en los alrededores... Con las mejillas rosadas y las manos frías siguió su marcha y se detuvo frente a aquella pista, poniendo su mirada allí, notaba la soledad del lugar asimilándola con su actual sentimiento, sus ojos veían intensamente el espacio mientras los recuerdos se visualizaban y sin poder evitarlo las lágrimas volvían a aparecer al compás de las memorias...
- No puedo creer que esto haya pasado - decía apretando los puños - ¿Por qué tenía que pasarte esto? ¿Acaso lo merecias? -
Elevando sus voz, preguntando a la nada, en busca de alguna razón por la que debería aceptar su realidad...
- Aun te amo, nunca podré cambiar eso - decía rompiendo en llanto -
Lentamente comenzaban a caer pequeños copos de nieve a su alrededor, sin embargo, ella seguía aguardando en el mismo lugar mirando al cielo mientras lloraba en silencio.
Tuvo fortaleza para salir de la crisis y poder sobrellevar todo lo relacionado al sepelio, pero todo se derrumbó al verse sola delante de un retrato a escalas grises. Su soledad la llevó a negar lo que era ya un hecho inevitable, en donde guardaba la falsa esperanza de un pronto regreso...
Su empeño la llevaba a estar de pie en aquel lugar, a recordar amargamente que Fubuki nunca volvería, muy a pesar de sus ruegos. Y así todo un mar de emociones la embargaban, mientras juntaba sus manos y las ponía en su pecho, a paso lento se acercaba a la orilla de aquel estanque a la vez que el viento soplaba con fuerza moviendo su cabello y su abrigo.
Se inclinó y tomó algo de nieve en sus manos, a merced del frío lentamente comenzó a cerrar los ojos quedándose con la imagen de un paisaje con copos de nieve...quedando tendida en el blanco suelo perdiéndose en un sinfín de emociones y sensaciones...
Mientras Kidou seguía al volante, preocupado y temeroso de lo que su hermana pudiera hacer, en aquella espera autoimpuesta que sólo la dañaba más, pues alargaba su sufrimiento...
- Gracias, si la llegas a ver, llámame enseguida - pedía el castaño a su interlocutor antes de colgar -
En su camino realizaba innumerables llamadas a todos los que conocía en Hokkaido, temía perder a su única hermana, a su familia...
- Haruna... - susurró mientras alentaba la marcha del auto - ¿Que esperabas encontrar aquí? - se preguntaba mientras veía el paisaje -
Ella por su parte se encontraba sumida en un profundo sueño; un sueño cada vez más profundo en el cual sentía que se adentraba más, al punto que ya no sintió frío, como si estuviera en otro lugar...
- ¿Donde estoy? - se preguntaba mientras abría los ojos pesadamente - ¿Donde está la nieve? -
Miraba a todas las direcciones, encontrándose con un paisaje despejado lleno de flores...
- ¿Como fue que llegué aquí? - preguntaba perpleja - solo estaba pensando en ti... - dijo mientras se ponía de pie - Shirou... -
- Es una sorpresa verte aquí -
Al reconocer aquella voz y verle de frente.
- ¡Shirou! - exclamó mientras algunas lágrimas rodeaban sus ojos -
- En realidad, sabía que vendrias - dijo sonriendo - ¿me permites? - preguntaba mientras extendía su mano hacia ella -
Solo asintió y tomó su mano...
El volvió a sonreír y ya de la mano comenzó a caminar junto a ella que aún confusa no sabía qué decir, solo estaba pérdida viendo a su esposo...
- ¿No esperabas verme? - preguntaba él -
- No...no sé qué decirte - respondió mirándolo - no sabes cuanto te extraño - Creeme que sí, lo sé - respondió algo triste - perdoname por no estar a tu lado, te amo y no quería que sufrieras de esta manera.... -
- Shirou.... -
- Sabes, he podido ver lo que ha pasado - continuó diciendo - estoy preocupado por ti, lo que dices, lo que acabas de hacer....-
- Yo solo quiero estar contigo - dijo ella mientras lloraba - esto es injusto -
- Yo también quiero estar contigo, quiero seguir viendo a Miharu - decia con los ojos vidriosos - pero no puedo, ya no puedo... -
En ese momento Haruna lo abrazó fuertemente logrando sentir la calidez que siempre tenía...
- ¿Como quieres que pase por esto si no tengo idea de cómo debo vivir ahora? - preguntaba afligida -
El solo guardó silencio mientras deshacía el abrazo y tomaba sus manos...
- Sé que me amas, yo también te amo a pesar de nuestra situación actual, no te pediré que rehagas tu vida, no lo necesitas, ya tienes una, quiero que la vivas, todo este amor será tu fortaleza, aunque no esté a tu lado, te aseguro que estaré cuidándote, cuidando a Miharu -
- No quiero olvidarme de ti - dijo ella entre lágrimas -
- No me olvidarás - dijo Fubuki sonriendo - nuestra conexión nunca se irá -
- Debes saber que no es fácil - dijo ella apretando sus manos -
- Sé que estás pasando por una situación difícil - recordaba Fubuki comenzando a caminar nuevamente con ella - los dos vivimos la pérdida de las personas que queríamos, para ti debe ser mas duro, pero solo te pido que salgas adelante, eres una mujer fuerte y decidida -
- ¿Crees que todavía lo sea? -
- Por supuesto - sonrió - ¿Podras hacerlo? ¿Podras prometerlo antes de irme? -
- ¡¿Te irás?! ¿Por qué? -
- No puedo quedarme mucho tiempo así - respondió melancólico - debí haberme ido hace un tiempo, pero no pude, no sin antes estar, tal como estamos ahora -
- Entiendo - dijo ella con un tono de aceptación -
- Te acompañé en silencio cuando esto comenzó y terminó, esta es mi última estación - dijo mirando a su alrededor - este lugar me hospedó, es bonito pero si irá conmigo - comentó con tristeza -
- Sabes, - dijo Haruna más tranquila - puedes pedirme lo que quieras, menos que deje de amarte, o que te olvide - decia - podré aprender a vivir sin ti, pero te recordaré cada segundo de mi vida, eres el padre de Miharu y mi esposo -
- Haruna.... - dijo perplejo Fubuki - no importa si voy a estar viviendo en tu corazón por siempre, soy feliz con eso, pero mi deseo más grande ahora es que vivas, que sonrías - continuaba mientras comenzaba a llorar - yo... soy feliz y también estaré tranquilo si vuelves a ser tú, la linda chica de la que estoy enamorado -
- Siempre, serás mi ángel - dijo ella tocando el rostro de su esposo - a dónde quiera que vayas, recuerda que te amo - añadió mientras lo besaba -
Un beso correspondido, que se hacia mágico con infinidad de sensaciones y sentimientos combinados y hechos uno, para dar el adiós, en ese último beso....
- Nunca te olvidaré - dijo ella abrazándolo -
- Yo tampoco - devolvió el mientras comenzaba a iluminarse a su alrededor - gracias por todo el amor que me diste, por haberme escogido como el amor de tu vida, por ser la madre de mi hijo... - decía mientras volvía a llorar - sigue siendo la chica linda de siempre - dijo abrazándola fuertemente antes de desaparecer -
- Quizás, algún día - susurraba Haruna -podamos vernos otra vez.... -
Lo siguiente que vio Haruna fue un resplandor blanco, del cual logró ver nuevamente a su esposo, pero con la edad en la que lo conoció... ella sonrió y él devolvió saludándola mientras agitaba sus brazos...
- Cuidate mucho, Haruna - dijo el pequeño Fubuki mientras se retiraba -
- Fubuki Shirou, tan lindo como siempre - dijo ella mientras comenzaba a sentir un alivio en todo su ser... -
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- ¡Haruna despierta! -
- ¡Haruna-san! -
- Hermano, Yukimura-kun - decía despertando -
- ¿Se encuentra bien? - preguntaba el joven -
- ¿Donde estoy? - interrogaba algo desorientada -
- Descuida, es la casa de Yukimura - respondió Kidou - ¿Que buscabas allá afuera? -
- ¿Afuera? - preguntó mientras se levantaba -
- Sí estaba cerca del estanque donde se práctica patinaje, casi se congela -
- Lamento haberlos preocupado - dijo algo apenada -
- No te preocupes por eso ahora - dijo su hermano - dime, ¿Que tenías pensado veniendo tan repente aquí? -
- No quiero olvidarme de él - dijo - y ya encontré una forma de no hacerlo - añadió sonriendo -
- ¿Entonces? -
- Estaré bien - dijo ella -
- Sempai es una persona que creo nadie olvidará - comentó Yukimura - por algo eres su esposa -
- Cierto - asintió - y por algo eres su aprendiz -
- Así es - sonrió -
- ¿Donde dejaste a Miharu? -
- Con Natsumi - dijo - y a ellos les debes una disculpa - añadió serio - no solo ellos, todos están preocupados por ti -
- Lo siento... - dijo - apenas regresemos me disculparé -
A la mañana siguiente, los dos hermanos se despedían de Yukimura;
- Es bueno saber que ya está bien, Haruna-san -
- Gracias - dijo - y perdona todo el contratiempo que te hice pasar -
- No hay problema - dijo el joven - y ahora que está aquí, quería comentarle algo -
- Te escucho -
- Han pasado solo unos meses, pero quería plantearle una idea, una vez sempai me comentó sobre algo que le gustaría hacer - decía el chico -
- Creo que sé más o menos que me quieres decir - comentó ella -
- ¿Alguna vez le habló de la academia de fútbol? -
- Por supuesto - respondió animada -
- ¿Cree que sea buena comenzar a levantarla? - preguntó el joven -
- Sería maravilloso - respondió ella sonriendo - gracias al fútbol conocí a Shirou -
- Entonces.... -
- ¡Si! Apenas resuelva mis pendientes, volveré y hablaremos del nacimiento de Soccer's Soul Japan -
- ¡Muchas gracias! Es saber que contamos con usted -
- Gracias a ti, por apoyarme desde ahora - dijo ella sonriendo - vamos a hacerle un homenaje a él y a su carrera -
Momentos después, se despidieron; Haruna se veía más animada incluso en el viaje de regreso sonreía cada momento:
- Al parecer, volviste a ser tú -
- Sí -
- ¿Que pasó? -
- Muchas cosas, hermanito - respondió - pero sabes, lo pensé y bueno era obvio que no haría nada si me quedaba así... –
- ¿Decidiste algo? –
- Voy a cumplir nuestros sueños – respondió ella – Shirou y yo compartíamos muchos, y es momento de hacerlos realidad, Yukimura-kun me recordó eso –
- ¿Regresarás a Hokkaido? –
- Desde luego, es el comienzo de nuestro sueño; regresar –
- Veo, aunque ahora que lo recuerdo, ya él me había comentado algo – dijo Kidou –
Ella sonrío ligeramente….
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- ¡Mamá! ¡Volviste! – gritaba emocionado el pequeño Miharu –
- ¡Te extrañé tanto, hijo! – decía Haruna mientras lo abrazaba –
- Te ves bien – dijo Miharu –
- Estoy feliz – dijo ella –
- Entonces, papá también – añadió el niño –
- Así es – completó Haruna – sabes estoy pensando en mudarnos –
- ¿A dónde? –
- A la casa de Papá – dijo sonriendo –
- ¡Vamos a conocer la nieve! – exclamó el pequeño –
- ¿Es en serio? – preguntaba Natsumi a Kidou –
- Sí, me doy cuenta que encontró una forma de vivir para seguir adelante – respondió el de gafas –
- Veo, - dijo Natsumi – mientras esté bien, no hay problema –
- Exacto – asintió el estratega – cuídala tú también – susurró mirando al cielo –
La escena de madre e hijo reunidos felizmente, a pesar de la adversidad que cruzó sus vidas….
“Todo este amor será tu fortaleza…”
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Próxima entrega: Epílogo.
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