CHAPTER # 10
Fin del duelo.
El estado emocional de Haruna decaía con el pasar de los días, la dulzura de aquella mujer había desaparecido por completo, aunque su hermano insistía en tanto ella como su sobrino permanecieran en su casa mientras terminaba el duelo...notaba como a pesar de todo su hermana no mejoraba a diferencia del niño que amando a su padre, siguió sonriendo y hablando de él.
- Hermano... - decía Haruna - no es necesario que me lleves fuera de casa, en serio estoy bien -
- Solo quiero que salgas un poco - decía el - no es bueno que estés encerrada todo el día en la habitación -
- Veo - dijo ella - pero estoy jugando con Miharu - repuso - no me encierro -
- Ya lo sé - respondió Kidou -
- Sabes, debemos regresar a casa pronto - dijo Haruna sonriendo un poco - no quiero que esté sólo cuando regrese -
- Haruna - dijo su hermano confuso - él ya no puede volver... -
- Descuida, solo tardará más de lo usual - comentó mientras entraba a la casa -
- Debes aceptar que murió.... - decía mientras la veía alejarse -
Ella termino de entrar a la casa, al no ver el niño optó por llegar a su habitación, cerró la puerta tras de si, mientras aquella máscara que ponía ante los demás comenzaba a desmoronarse poco a poco...
- ¿Por qué no puedo aceptar que ya no estás? - preguntaba alzando la cara y llorando - no es justo... - replicaba - ya ni siquiera te siento... -
La rutina diaria de la peli azul se había convertido en días y noches de lágrimas, preguntas y cuestionamientos. Dolida y con el mundo encima, recriminaba la muerte de su esposo, y así del llanto pasaba a tener momentos histéricos los cuales eran vistos por su hermano y sus amigos...
Era un hecho que aún estaba enamorada y también lo era que seria algo que no cambiaría.
Miharu, pasadas unas semanas, regresó a la escuela; su maestra se mantenía al pendiente de él luego de estar enterada de la situación, ahora debía rendirle cuentas a su tío o dado el caso a Endou. Sin embargo se sorprendía de ver como el pequeño estaba asimilando las cosas...
- ¿Y como se ha portado hoy? - preguntaba Kidou mientras recogía al niño -
- Bastante bien - respondió la joven maestra - ahora juega mas con el balón -
- Hace lo mismo en casa - dijo el de gafas -
- Supongo que está bien - dijo la profesora - hasta convence a sus compañeros de tener un partido normal -
- Al parecer está muy activo -
- Sabe, incluso le pregunté por eso - recordaba la profesora - me dijo que así no se olvidaria de su padre -
Luego de un rato tío y sobrino volvían a casa...
- Me dijo tu profesora que jugabas para no olvidarte de tu papá - comentaba el mayor -
- Es verdad - respondió sonriente - a papá le gustaba el fútbol... por eso yo quiero seguir jugando...quiero ser como él -
- Veo, - dijo Kidou - ¿Y sabes dónde esta tu padre? - preguntó algo interesado -
- Allá arriba - respondió mientras señalaba al cielo - seguro esta practicando con el balón -
- Cielos...- dijo el mayor sorprendido -
- Es un lugar muy bonito - volvió a decir el niño -
- Seguro - devolvió sonríendo Kidou -
Kidou supo ese día que su sobrino estaba bien y que su pasión por seguir los pasos de su padre era algo que ya había nacido incluso antes que Fubuki falleciera...ahora el problema era su hermana; había tomado una actitud negativa y algo explosiva, se fue de la casa de su hermano, volvió sola a su casa. Por ello sus amigos decidieron ir a visitarla seguido, con la idea de ayudarla a buscar una manera de superar la crisis que pasaba...
- Mamá, ¿Por qué sigues triste? - preguntaba el pequeño Miharu cuando la visitaba -
- Solo estoy cansada - respondía ella -
- Papá estará triste si sigues así - decía el niño para asombro de ella -
- Supongo que tienes razón - respondió mientras sonreía ligeramente -
Haruna recibía aquellas visitas de su hijo muy seguido, sin embargo su estado no cambiaba y aunque Kidou mantenia al pequeño bajo su cuidado para intentar hacer cambiar de parecer a su hermana, veía como poco a poco su idea comenzaba a desmoronarse...
Ella quería estar sola...sola para poder llorar y rechazar la muerte de su esposo...esa era su rutina;
- Shirou, aún te amo - decía con lágrimas en los ojos - ¿Por qué no regresas? Te estoy esperando -
Dando vueltas por toda la casa, buscando y no buscando algo que le recordara a él, algo que la hiciera creer que volvería... Así mientras repasaba fotografías de los muchos momentos que tuvieron en compañía, llegando a su mente toda una ola de recuerdos, de su primer viaje a la ciudad natal de Fubuki...
- Nieve... - decía mientras levantaba la vista con cierta ilusión - debes estar ahí, a ti te gusta la nieve... -
Una idea simple, pero descabellada...se arregló para salir, tomó las llaves del auto mientras tenia en su mente solo una palabra...
- Hokkaido... - dijo y encendió el motor -
Su viaje seria largo y quizás doloroso pero su mente y corazón solo tenían la idea de verle y volver a estar con él...
Fin del duelo.
El estado emocional de Haruna decaía con el pasar de los días, la dulzura de aquella mujer había desaparecido por completo, aunque su hermano insistía en tanto ella como su sobrino permanecieran en su casa mientras terminaba el duelo...notaba como a pesar de todo su hermana no mejoraba a diferencia del niño que amando a su padre, siguió sonriendo y hablando de él.
- Hermano... - decía Haruna - no es necesario que me lleves fuera de casa, en serio estoy bien -
- Solo quiero que salgas un poco - decía el - no es bueno que estés encerrada todo el día en la habitación -
- Veo - dijo ella - pero estoy jugando con Miharu - repuso - no me encierro -
- Ya lo sé - respondió Kidou -
- Sabes, debemos regresar a casa pronto - dijo Haruna sonriendo un poco - no quiero que esté sólo cuando regrese -
- Haruna - dijo su hermano confuso - él ya no puede volver... -
- Descuida, solo tardará más de lo usual - comentó mientras entraba a la casa -
- Debes aceptar que murió.... - decía mientras la veía alejarse -
Ella termino de entrar a la casa, al no ver el niño optó por llegar a su habitación, cerró la puerta tras de si, mientras aquella máscara que ponía ante los demás comenzaba a desmoronarse poco a poco...
- ¿Por qué no puedo aceptar que ya no estás? - preguntaba alzando la cara y llorando - no es justo... - replicaba - ya ni siquiera te siento... -
La rutina diaria de la peli azul se había convertido en días y noches de lágrimas, preguntas y cuestionamientos. Dolida y con el mundo encima, recriminaba la muerte de su esposo, y así del llanto pasaba a tener momentos histéricos los cuales eran vistos por su hermano y sus amigos...
Era un hecho que aún estaba enamorada y también lo era que seria algo que no cambiaría.
Miharu, pasadas unas semanas, regresó a la escuela; su maestra se mantenía al pendiente de él luego de estar enterada de la situación, ahora debía rendirle cuentas a su tío o dado el caso a Endou. Sin embargo se sorprendía de ver como el pequeño estaba asimilando las cosas...
- ¿Y como se ha portado hoy? - preguntaba Kidou mientras recogía al niño -
- Bastante bien - respondió la joven maestra - ahora juega mas con el balón -
- Hace lo mismo en casa - dijo el de gafas -
- Supongo que está bien - dijo la profesora - hasta convence a sus compañeros de tener un partido normal -
- Al parecer está muy activo -
- Sabe, incluso le pregunté por eso - recordaba la profesora - me dijo que así no se olvidaria de su padre -
Luego de un rato tío y sobrino volvían a casa...
- Me dijo tu profesora que jugabas para no olvidarte de tu papá - comentaba el mayor -
- Es verdad - respondió sonriente - a papá le gustaba el fútbol... por eso yo quiero seguir jugando...quiero ser como él -
- Veo, - dijo Kidou - ¿Y sabes dónde esta tu padre? - preguntó algo interesado -
- Allá arriba - respondió mientras señalaba al cielo - seguro esta practicando con el balón -
- Cielos...- dijo el mayor sorprendido -
- Es un lugar muy bonito - volvió a decir el niño -
- Seguro - devolvió sonríendo Kidou -
Kidou supo ese día que su sobrino estaba bien y que su pasión por seguir los pasos de su padre era algo que ya había nacido incluso antes que Fubuki falleciera...ahora el problema era su hermana; había tomado una actitud negativa y algo explosiva, se fue de la casa de su hermano, volvió sola a su casa. Por ello sus amigos decidieron ir a visitarla seguido, con la idea de ayudarla a buscar una manera de superar la crisis que pasaba...
- Mamá, ¿Por qué sigues triste? - preguntaba el pequeño Miharu cuando la visitaba -
- Solo estoy cansada - respondía ella -
- Papá estará triste si sigues así - decía el niño para asombro de ella -
- Supongo que tienes razón - respondió mientras sonreía ligeramente -
Haruna recibía aquellas visitas de su hijo muy seguido, sin embargo su estado no cambiaba y aunque Kidou mantenia al pequeño bajo su cuidado para intentar hacer cambiar de parecer a su hermana, veía como poco a poco su idea comenzaba a desmoronarse...
Ella quería estar sola...sola para poder llorar y rechazar la muerte de su esposo...esa era su rutina;
- Shirou, aún te amo - decía con lágrimas en los ojos - ¿Por qué no regresas? Te estoy esperando -
Dando vueltas por toda la casa, buscando y no buscando algo que le recordara a él, algo que la hiciera creer que volvería... Así mientras repasaba fotografías de los muchos momentos que tuvieron en compañía, llegando a su mente toda una ola de recuerdos, de su primer viaje a la ciudad natal de Fubuki...
- Nieve... - decía mientras levantaba la vista con cierta ilusión - debes estar ahí, a ti te gusta la nieve... -
Una idea simple, pero descabellada...se arregló para salir, tomó las llaves del auto mientras tenia en su mente solo una palabra...
- Hokkaido... - dijo y encendió el motor -
Su viaje seria largo y quizás doloroso pero su mente y corazón solo tenían la idea de verle y volver a estar con él...
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