CHAPTER #6
Recuerdos intangiblesYa me despedí de ti, dolió mucho pero no tuve opción, te extrañaré toda mi vida, también te amaré…
No todos nuestros amigos entraron a verte, algunos querían mantener tu recuerdo como persona viva y otros querían despedirse así como yo…no hablaba mucho, solo miraba a todas las direcciones posibles me sentía inquieta, veía todo tan irreal hasta bizarro podría decir.
No puedo creer que te hayas asfixiado en ese incendio, no puedo creer que nadie haya notado que estabas atrapado, incluso fui yo la primera que te encontró, nadie supo de tu muerte en ese lugar, siento que es algo injusto, salvaste una vida significa mucho, te convertiste en un héroe para alguien, ya no solo eres el héroe de nuestro hijo, estoy tan orgullosa de ti ahora.
En medio de las personas que están en este lugar, logro reconocer a los chicos que te cuidaban ese día, al parecer vinieron a despedirse de ti, también:
- Disculpe ¿dónde se encuentra la señora Fubuki? – preguntaba el hombre que los acompañaba –
Le señalaron mi ubicación, a medida que se acercaba noté que se asombró un poco al verme, era de suponerse…tú eras de los empleados más jóvenes de ese lugar…por obvias razones le parecí muy joven a el…
- Señora… - me llamó –
- ¿Puedo ayudarle en algo? – pregunté –
- ¿Es… su esposa? – inquirió mirando la fotografía que mi hermano coloco de ti en el recinto –
Asentí ligeramente con cierta tristeza…
- Mis hijos me contaron lo ocurrido – comentaba – vine a darle mis condolencias, en verdad lo siento mucho – completó mientras se inclinaba –
Le agradecí sus palabras y el haber venido, haciendo también una pequeña reverencia. Luego conversó un poco, me preguntaba por ti, por mí, quería saber cómo era nuestra familia y saber si estaríamos bien luego de todo esto.
Era obvio que yo no estaría bien en mucho tiempo, pero no quise ser pesimista con él;
- Supongo que estaré bien – dije tratando de sonar segura –
Tu cremación será dentro de poco, ahora solo me queda verte en aquella foto a blanco y negro del recinto, al verla puedo notar la tranquilidad que irradias con solo sonreír, eras realmente una persona maravillosa, tenías virtudes y defectos como todos, pero siempre supe que eras especial al menos para mí.
Sabes Shirou, en este momento recuerdo todo el tiempo que estuvimos juntos, compartiendo nuestras vidas, cuidándonos y apoyándonos en todo, nuestra casa fue el primer sueño compartido que tuvimos, cuando la vimos por primera vez, no nos pareció tan bonita, sin embargo sonreíste ese día;
- “Sabes, es perfecta para nosotros” –
- “¿Estás seguro?” –
- “Claro, solo será cuestión de arreglarla a nuestro modo” –
Parecíamos un par de niños mientras arreglábamos aquella casa, muchas veces nos poníamos a jugar por horas dejando que el día terminara con nosotros llenos de pintura…
Te emocionaste creo que más que yo, al saber que tendríamos un hijo, siempre recordaré como brillaron tus ojos, me hiciste tan afortunada de tenerte como esposo…
Esto año nuestro hijo comenzó la escuela, aunque estaba muy nervioso lograste convencerlo para que entrara a su salón…
- “¿Te imaginas cuando se gradue?” - preguntabas alegremente –
- “Amor, apenas es su primer día de clases en el jardín” –
- “Lo sé” –
Tenía tantos planes y sueños contigo que honestamente no sé qué hacer con todo esto y los sentimientos que aún no puedo reconocer…
- Haruna, debes ser fuerte – decía mi hermano tratando de animarme – piensa en tu hijo, te necesita aún, no le hagas esto –
No creía que te hubieras ido, pero ante la rotunda respuesta médica, sentí que todo había acabado no pude procesar aquella noticia, estuve en el hospital….colapsé pero puedo decir que poco a poco me he resignado a tu ausencia.
La cremación ha comenzado, será cuestión de tiempo que tu cuerpo quede en cenizas, por ellos solo puedo quedarme con todos aquellos momentos que vivimos juntos.
Te fuiste y no solo yo, no puede creerlo; tus chicos de la escuela, no han asimilado nada, los entiendo no saben cuánto.
Dime amor, ¿cuántos recuerdos puedo quedarme?
Comentarios
Publicar un comentario