CHAPTER # 03
- Posterioridad -
Has estado un poco ida, supongo que ya no sabes qué hora es o el día…
No puedo ver en tu mente, pero creo que debes estar pensando en mí y en lo que será de tu vida de ahora en adelante…
Pero si pudiera hablarte, te diría que sigas adelante, sé que me amas y no aceptas que me haya ido, pero debes pensar en nuestro pequeño; me perdió a mí…no puede perderte a ti también, lucha por él, vive por él debes decirle que fue de mí, debes hacerlo porque eres la única que se lo dirá en este momento…
Kidou acaba de llegar, trae consigo al niño, también luce algo cansado y puedo asegurar que debajo de sus gafas oscuras se esconden ojeras y quizás algo de desilusión; no es por mí, no está molesto conmigo está molesto con el destino…sabe lo enamorada que estás de mí y sabe que no podrás reponerte tan fácil de esto; te quiere y te conoce…le partió el alma escucharte gritar desconsolada mientras se llevaban mi cuerpo…
Ahora que lo pienso, tu llanto fue lo primero que escuché apenas desperté en este estado; te puedo ver, te puedo escuchar…puedo verme a mismo; tengo la ropa que llevaba ese día, luzco como si me acabara de arreglar, como si apenas fuera a despedirme antes de salir y decirte que llegaría en la noche mientras tú te quedabas haciendo tu trabajo en casa…sabes te ves muy bonita cuando te concentras en algo…
Nuestro pequeño corre a abrazarte fuertemente, está confundido, no sabe nada, mira a su alrededor y ve a todos nuestros amigos reunidos, serios, pensativos, algunos disimulan cuando lo ven; le sonríen y le saludan…apenas tiene 5 años y la ilusión de verme entrar y mostrarme su nuevo dibujo, lo trae en aquel cuaderno que le di para que dibujara todo lo que le gustara, esa prometió que me mostraría todo lo que hiciera e incluso dijo que nos dibujaría a nosotros….
Ni siquiera sé cómo supe del dibujo….
Te abraza fuertemente, te extrañaba no te veía desde el día que me fui…
- ¿Cuándo llegará papá? –
Tu esfuerzo por no llorar es obvio para todos…incluso para mi…
- Papá, está un poco lejos ahora – dijiste sonriendo –
- ¿Tardará en llegar? – pregunta de nuevo –
- No lo sé…. – dijiste –
Él sabe que ocultas algo, sin embargo no insiste en preguntar algo más…sube a su habitación…
Recuerdo que tenía mi fe puesta en ti para que pudieras explicarle…pero estás demasiado afligida para hacerlo…no me molestaré, te sonrió mientras paso frente a ti, aunque no me veas quiero que la calidez que aún tengo llegue hasta ti….
Miro hacia su habitación, tengo curiosidad de saber qué hace allí, así por un momento te dejaré…he notado que puedo caminar normalmente, pero ya no escucho mis pasos, incluso trato vagamente de llamar la atención de Endou que repentinamente va al mismo lugar que yo…
- Es inútil – me digo mirando mi mano –
¿Sabes que ahora mismo tengo un nudo en la garganta?
- ¿Puedo pasar? – pregunta Endou al ver que está jugando –
- Sí, tío Mamoru – contestó sonriendo –
Endou siempre ha sido bueno hablando con niños, es curioso que apenas vaya a tener su primer hijo….
Sonrío un poco al verlos hablando, estoy ahí en frente de ellos con el sentimiento de impotencia más grande que no había tenido en vida…les escucho hablar sobre juegos, soccer, su tío favorito, todo…
- ¿Dónde está papá? –
Esa era la pregunta que Endou estaba esperando…
- Sabes… hay cosas algo complicadas – decía mientras se forzaba a sonreír – pero tu papá está en un lugar al que iremos todos en algún momento… - continuo mientras perdía la sonrisa - tu mamá, creo que no está lista para decírtelo, pero ella sabe además que lo mejor es que entiendas poco a poco las cosas…. –
- No va a regresar ¿cierto? – dijo mi pequeño –
- No es que no quiera – dijo Endou con los ojos vidriosos – es que…ya no puede hacerlo –
Al ver así a Endou, se entristeció un poco y recordó algo que le dije una vez;
- Es como dijo papá – decía algo lloroso mientras abría la ventana – él me dijo que cuando una persona no puede regresar a casa, así quiera es porque está allá – dijo señalando al cielo lleno de estrellas de esa noche –
Endou se sorprendió al escuchar sus palabras, y yo recordaba que esa explicación se la di luego que vio una película en donde uno de los personajes moría; se lo expliqué de la forma menos dolorosa posible, no creí que lo recordaría ahora.
Me acerco un poco a él y me inclino un poco…
- Perdóname por no poder estar contigo y con mamá – dije – de verdad, lo siento mucho –
Esta vez no pude contener las lágrimas…
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